Vaya evolución la suya. ¿Hace dos años esperaba estar en París? Yo creo que es un sueño más que esperarlo. Todos los deportistas sueñan con estar ahí algún día. Sabíamos que era un año olímpico, bastante importante en mi carrera. Apostamos todo por el deporte y así ha sido como lo hemos conseguido, dejándonos todo en la pista todos los días. En Bahamas ya me di cuenta de que podía estar en los Juegos. Un sacrificio que al final ha dado su recompensa.
¿Cómo afrontas tu papel dentro de la expedición de la RFEA? Vivir esto con 19 años solo te queda disfrutarlo a nivel individual, es fundamental para mí. Y como parte del equipo del 4×400, yo creo que aspiramos a todo. Estamos mejor que nunca, hemos demostrado que podemos pelear por todo en los JJOO y yo opino que deberíamos estar a la final olímpica. Lucharemos, nos dejaremos la piel e intentaremos lograrlo.
Eres joven pero ya has recorrido un gran camino, ¿quien ha estado a tu lado en estos años? Son 19 años recién cumplidos pero claro que no ha sido fácil. El entorno es primordial en el éxito de un deportista. Tanto entrenador, como familia, amistades, entorno social… Si todo va bien, si te sientes seguro de donde estás…es lo ideal para un deportista. Ha sido mucha gente que ha confiado en mí, no solo yo. Y ha estado mucha gente detrás de mí, preocupada por mí, como mi familia, entrenadores, clubes y patrocinadores y, al fin y al cabo, eso hace que el deportista rienda como tiene que rendir.
¿Que sería para David García Zurita un buen resultado en París? Yo creo que aspirar a una final olímpica con el 4×400 sería un orgullo, una gran felicidad. Hacerlo con tus compañeros, con los que has sufrido mucho estrés para lograrlo, sería un chute de energía para acabar mi temporada en septiembre en Lima, en el Mundial.
¿Cómo son los últimos entrenamientos antes de los JJOO?¿Puede desconectar? Obviamente ya con el trabajo hecho, con la selección en los Juegos, sabiendo que tengo la mínima Mundial Sub-20 y que seguramente esté allí también, pues es mucho más llevadero. Así que entrenamos y descansamos las horas necesarias. Ya solo queda afinar, competir y dar lo mejor de mí mismo en los retos que nos quedan.