EL PROGRAMA DE LA FJyD “AJEDREZ SIN BARRERAS” RETOMA SU ACTIVIDAD

El programa de integración y
normalización de la diversidad funcional “Ajedrez Sin Barreras”, puesto en
marcha por la Fundación Jóvenes y Deporte de la Junta de Extremadura a través
del Club de Ajedrez Ajoblanco Mérida Patrimonio de la Humanidad, retoma estos
días su actividad tras el parón estival, llegando de nuevo a diversas
asociaciones y colectivos de apoyo a personas con dolencias como autismo,
síndrome de Asperger, deficiencia auditiva, etc.
Este proyecto, que cumple su
tercer año de implementación y en el que también colabora la Federación
Extremeña de Ajedrez, trabaja directamente con los pacientes, mediante la
práctica de este juego, capacidades como la socialización, el respeto a las
normas, la correcta aceptación de la victoria y la derrota o el pensamiento
reflexivo y estratégico.
Además de colectivos que ya
han participado en Ajedrez Sin Barreras, y lo siguen haciendo este año, como la
Asociación de Padres de
Niños Autistas de Badajoz (APNABA),
la Asociación de Personas Sordas de Badajoz (APESOBA), AFTEA (asociación de Familias con personas con
TEA) y “El taller de los sueños”, junto a colectivos que
trabajan con personas con trastorno de la personalidad, el Club Ajoblanco ha querido
añadir a la nómina de asociaciones a AEDEX, destinada a atender las necesidades
de las personas que padecen epilepsia y sus familiares.
La actividad, consistente en
clases magistrales, talleres de ajedrez, demostraciones y/o pequeños torneos,
está conducida por los técnicos y profesionales del club extremeño (patrocinado
por la Fundación Jóvenes y Deporte en sus competiciones), siendo supervisadas
en todo momento por psicólogos especializados en cada una de las dolencias con
las que se trabaja.
Desde la FJyD continúan por
tanto con la labor de integración e inclusión de las personas con diversidad
funcional a través de sus actividades, siendo uno de los objetivos el lograr un
desarrollo personal completo, además de aspectos como la incorporación efectiva
de los participantes (en el futuro en el caso de los menores) a la vida laboral
activa.